Opción Obrera es la sección venezolana de la CRCI (Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional)

Propulsamos el desarrollo de una política proletaria al seno de los trabajadores tras su independencia de clase y una organización de lucha para su liberación de la explotación e instaurar El Gobierno de los Trabajadores, primer paso hacia el socialismo.

Ante la bancarrota capitalista mundial nuestra propuesta es que:


¡¡LOS CAPITALISTAS DEBEN PAGAR LA CRISIS!
¡LOS TRABAJADORES DEBEN TOMAR EL PODER!



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sábado, 2 de febrero de 2019

Derrotemos el Golpe de Trump-Pompeo y su títere Guaidó


Derrotemos el Golpe de Trump-Pompeo y su títere Guaidó

Venezuela no se negocia



Evitemos que se llegue a una sangrienta guerra civil

El origen del golpe, en proceso, fue planeado por el departamento de Estado norteamericano junto a la extrema derecha de la oposición al gobierno. La oposición de derecha pretende justificar un posible baño de sangre culpando a Maduro y su empeño en mantenerse al mando del gobierno. Sin embargo, Maduro es tan presidente legítimo, como lo son Macri, Duque o Bolsonaro y nada fundamenta sacarlos mediante una matanza, mucho menos con intervención extranjera.

El colosal desprestigio de Maduro y su equipo se debe a su responsabilidad de llevar al país a la ruina, lo cual no admiten y por el contrario, ante su debilidad, se mantiene compartiendo el poder y  beneficiando cada vez más a las cúpulas o altos mandos de los militares, pero la oposición de derecha al no ser capaz de responder al descontento mayoritariamente del país, se presta para alcanzar el poder presentándose como  socios menores del mayor poder en el mundo, el más atroz, el más asesino, el gobierno de los EEUU quienes para una invasión directa o intervención con mercenarios y estúpidos gobiernos aliados, un carajo les importa un baño de sangre en Venezuela,  solo los frena, hasta cierto punto, las consecuencias dentro de su país por  sus posibles bajas.

Es iluso pensar que el gobierno de Trump que apoya al príncipe heredero de Arabia de los Saudi, quien mando a asesinar y luego disolver el cuerpo del periodista árabe Yamal Jashogyi de su embajada de Estambul en Turquía y rechaza a la emigración latina, pueda venir en nombre de la democracia o con ayuda humanitaria   

El desespero de una parte de los venezolanos por el desastre causado por los que han conducido al país, les da pie a creer que la oposición, ahora sí, va a recuperar a Venezuela de la estruendosa crisis que padece.

Siempre, ha habido una guerra económica en contra de los trabajadores por parte de los patronos privados, extranjeros y criollos, en la cual todos los gobiernos han sido sus cómplices, antes y después de 1999, hoy Maduro no es la excepción.

Los militares siempre han ejercido su papel como garantes de sus gobiernos, su función es hacer cumplir el orden, en especial sobre los trabajadores, adicionalmente en el actual gobierno se han enriquecido mediante la corrupción.

Rusia y China pueden aprovecharse de nuestra situación y favorecer limitadamente a Venezuela, de acuerdo a sus intereses, pero no se van a inmolar por nosotros. Ellos defienden sus intereses y pueden enfrentarse a EEUU, pero no por Venezuela.

La carta sobre la mesa para salvar el país la tienen los trabajadores

La clave para salvar la economía no la tienen los gringos, tampoco la tienen los militares, los cuales se aprovechan de la bancarrota económica para hacer fortuna. La clave para recuperar el país, la tienen los trabajadores, con el control de todas las fábricas, esta es la única garantía para ponerlas a producir, reactivando la economía en beneficio de Venezuela.

Nuestras respuestas hoy son decisivas para no seguir sobreviviendo, muriendo por falta de todo o emigrando y por otro lado evitar que se desate una guerra con intervención extranjera asesina por parte de ejército norteamericano y el apoyo de los gobiernos lacayos de Duque y Bolsonaro.

Todo esto se remite a los siguientes dilemas

¿Se necesita importar? Sí, ¿pero qué?  

¿Se necesita invertir o disponer de los recursos? Sí, ¿cuáles son?

¿Se necesita hacer un plan económico para producir? Sí, ¿quién lo realiza?

¿Necesitamos un salario, los que producimos la riqueza del país, los trabajadores? Sí, ¿cuál debe ser?

Hasta ahora, y en esta soberbia crisis peor aún, no se importa lo necesario e indispensable, sino lo que enriquece al importador y su encubridor, los capitales salen de los dineros del Estado o del que se deposita en la banca. El gobierno y la banca deciden a quienes favorecen para comerciar y especular. Los resultados son la falta de producción y la falta de asistencia para todos los servicios a la comunidad, lo crítico y empeorando son los servicios de gas doméstico, el transporte y los hospitales.

A pesar de los inmensos recursos del país, nuestra única salida es que el comercio exterior (la importación) deba ser nacionalizado, del mismo modo que una banca única nacionalizada, ambas para determinar las prioridades de país y con base a eso, importar e invertir para producir. Esto solo puede ser realizado con el control de los trabajadores de esas áreas, elegidos en asambleas democráticas, con entrega de cuentas de la gestión y en todo momento ser revocables por quienes los eligieron, asimismo todas las empresas estratégicas del país en especial la petrolera, el pago de la deuda debe ser suspendido y el dinero disponible usado en beneficio del país. Los trabajadores deben tener un salario que cubra la canasta básica familiar.

Abajo los acuerdos secretos, para el pueblo no debe haber secretos

El diálogo o la negociación secreta entre los dos bandos, gobierno y oposición de derecha, es para intentar levantar una economía quebrada por ellos mismos, que desmanteló al país, a partir de dilapidar –ambos, reiteramos– los extraordinarios ingresos petroleros, y no será a partir de reconocer el valor de la fuerza de trabajo sino a costa de esta.  Todos los presupuestos, planes o propuestas son semejantes, solo se diferencia en ritmo y de administración, precios altos, inversión extranjera, más endeudamiento, pagos de deudas, más importación, libre control de cambio, ninguna favorece a los trabajadores ni a la producción vital para el país.

La paz que anhelan el gobierno y los patronos privados, es con los trabajadores para que no protesten por salarios y con las comunidades para que no reclamen por falta de servicios.

El diálogo que habrá que imponerse será sobre los salarios y la contratación colectiva y no para negociarlos sino para restituirlos.

El embargo a los ingresos por la venta de petróleo

Es de vida o muerte para el país, la defensa de la industria petrolera desde la perforación hasta su refinación y solo la pueden hacer los trabajadores y su milicia armada, por sus conocimientos y su experiencia, tomando la industria para ponerla a producir y defenderla, sin burócratas ni militares. Es la única perspectiva de éxito.

No a los diálogos secretos. Restitución de los salarios y la contratación colectiva.

No al pago de la fraudulenta deuda externa y confiscación del capital de los corruptos.

Nacionalización bajo control de sus trabajadores y técnicos de todas las empresas principales de la economía, sin burócratas ni militares.

Nacionalización del comercio exterior y de la banca, por una banca única para disponer de esos recursos para las necesidades urgentes del pueblo y del país

Un salario mínimo vital igual la canasta básica familiar y escala móvil de acuerdo a la inflación.

No a criminalización de la protesta obrera y popular.

Oswaldo Rámirez

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