Opción Obrera es la sección venezolana de la CRCI (Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional)

Propulsamos el desarrollo de una política proletaria al seno de los trabajadores tras su independencia de clase y una organización de lucha para su liberación de la explotación e instaurar El Gobierno de los Trabajadores, primer paso hacia el socialismo.

Ante la bancarrota capitalista mundial nuestra propuesta es que:


¡¡LOS CAPITALISTAS DEBEN PAGAR LA CRISIS!
¡LOS TRABAJADORES DEBEN TOMAR EL PODER!



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sábado, 24 de diciembre de 2011

Reiterado fracaso de la XVII Cumbre de las Naciones Unidas


Reiterado fracaso de la XVII Cumbre de las Naciones Unidas
Cada vez son más delirantes los acuerdos que surgen en las reuniones de Naciones Unidas para el Medioambiente

Ya se han realizado 17 reuniones de los países integrantes de la ONU en 17 diferentes países y se firmaron otros tantos acuerdos pero la temperatura del planeta sigue subiendo. Ahora se plantean firmar un compromiso en 2015 para empezar a cumplir con la reducción de emisiones recién en 2020.

El clima y sus consecuencias

El cambio climático, que puede medirse en aumento de la temperatura media del planeta, se debe fundamentalmente a la emisión de gases de efecto invernadero (GEIs) generados en casi todas las actividades productivas y de transporte. Se suele hablar de dióxido de carbono (CO2) como sinónimo de gas de efecto invernadero, debido a que los demás gases se relacionan mediante una equivalencia. En la primera Cumbre mundial realizada en Kyoto en 1997 se atribuyó el aumento de temperatura a la acumulación en la atmósfera de dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFCs), perfluorocarbonos (PFCs) y hexafloruro de azufre (SF6). Algunos de estos tienen un poder de calentamiento mucho mayor que el CO2, pero su producción es más pequeña.

Ahora se suma el trifloruro de nitrógeno (NF3), un gas utilizado en la fabricación de pantallas de plasma y de algunos paneles solares. El NF3 tienen un poder de calentamiento 17.200 veces superior al del CO2. Comenzó a usarse en cantidades muy pequeñas en combustible de cohetes. Según un estudio de 2008, publicado en Geophysical Research Letters, la producción en 2008 era ya de 4.000 toneladas y podría doblarse en 2010, con la eclosión de las pantallas de plasma.

Este aumento general de las concentraciones de gases en la atmósfera impide la salida de la radiación solar emitida por la tierra y, por lo tanto, se incrementa su temperatura. Este fenómeno provoca deshielos y consecuentemente aumento del nivel del mar. Por ejemplo, las islas Maldivas desaparecerán antes de que este siglo termine. Muchos territorios quedan expuestos a los tsunamis al quedar cubiertos por el agua los arrecifes que protegen sus costas. También se ha aumentado la frecuencia de procesos de intensas lluvias con inundaciones prolongadas y, contradictoriamente situaciones de sequía extrema.

Suele ocurrir que la población más pobre se asienta sobre los suelos más vulnerables.

Veinte años no es nada

El Protocolo de Kyoto firmado en 1997 es la consecuencia de la Convención de Naciones Unidas para el Cambio Climático (Río '92) que se planteó un lapso de veinte años para cumplir metas de reducción de emisiones.

Según la propuesta inicial de 1997, los países firmantes del Protocolo de Kyoto debían lograr que en el plazo que va de 2008 a 2012, las emisiones de GEIs descendieran un 5,2% por debajo de las registradas en 1990. Desde entonces las emisiones han crecido un 49%. Sin palabras.

En el Protocolo se dividieron los estados en dos anexos: lo países desarrollados (anexo 1) aportantes al sistema, dado que han sido los que más gases generaron desde la revolución industrial, y los subdesarrollados (anexo 2), receptores de los aportes. Este Protocolo tardó muchos años en entrar en vigencia, dado que países muy grandes no lo firmaron. Recién en 2005 lo suscribió Rusia y entró en vigor, y aunque USA nunca lo firmó se ve involucrada en el compromiso de reducción de emisión de gases. Se necesitaba de la ratificación de suficientes países desarrollados responsables de al menos el 55% de las emisiones mundiales para empezar a cumplirse el Protocolo.

Pero ya este tratado había sido un fracaso mayúsculo, y no sólo porque Estados Unidos se negó a suscribirlo. Para alcanzar la meta propuesta de reducción de emisión de gases, el tratado estableció los llamados "bonos verdes", que comenzaron a circular algún tiempo atrás. En la práctica, estos mecanismos habilitan a los países del hemisferio norte a contaminar en la medida en que inviertan bonos verdes en zonas captadoras de carbono, en los países del hemisferio sur.

Cada bono verde (o certificado de reducción de emisiones) se emite por tonelada de gases efecto invernadero que se evita liberar a la atmósfera. En lugar de reducir las emisiones, que pueden cambiar de un lugar a otro, crecía entonces un gran negociado financiero, con bancos que colocan títulos y cobran comisiones. Doce años después, las emisiones de dióxido de carbono de la industria y el transporte, más la deforestación, responsables del calentamiento de la atmósfera, no sólo no se han reducido sino que se han incrementado dramáticamente desde 2002, y nos acercamos al triple de la media anual de los noventa (El País, 15/11).

A medida que se veía la imposibilidad de cumplir los compromisos fue cambiado la jerga, ahora se habla de "adaptación" al cambio climático. Confesando la imposibilidad de influir sobre el aumento de temperatura global con el modo de producción del sistema capitalista.

Resultado de la reciente Cumbre de Durban

Después de dos semanas de intensísimas negociaciones, y en la sesión plenaria del 11 de este mes, para tratar de salvar la conferencia, los representantes de los 192 países participantes han acordado prorrogar los compromisos establecidos en el Protocolo de Kioto.

La colocación del mecanismo de funcionamiento del Fondo verde, destinado a "ayudar" financieramente a los países en "vías de desarrollo" que tienen que hacer frente al cambio climático, también ha sido ratificada en Durban. Sin embargo, la cuestión central de la alimentación de este fondo se queda a este día ampliamente sin respuesta, mientras que el compromiso tomado en Copenhague, hace dos años, es acabar en 100 mil millones de dólares al año a partir de 2020. Una verdadera limosna, además, si se tienen en cuenta los billones destinados al salvataje de los bancos.

En síntesis, la cumbre ha decidido posponer para el próximo año la decisión de definir el periodo de tiempo en el que estará en vigor de nuevo el Protocolo. Asimismo, los países han acordado que seguirán trabajando para aprobar en el 2015 un documento que sea válido para todos los países (no sólo los del anexo 1) a partir del 2020.

Cabe recordar que el status de China, India y Brasil países subdesarrollados (anexo 2) ha ido cambiando en el transcurso de los 20 años.

La anfitriona de la cumbre, la ministra de Asuntos Exteriores de Sudáfrica, Maite Nkoana-Mashabane, se ha felicitado por el resultado final. "Hemos venido aquí con un plan A y hemos concluido este encuentro con un plan A para salvar el planeta por el futuro de nuestros hijos y nietos", ha señalado. En fin ... de esto vive la casta de burócratas de los organismos internacionales y también nacionales, y algunos capitalistas "adaptados al cambio climático".

Más crisis, más emisiones

La crisis financiera global no ha reducido las emisiones totales de CO2 en el planeta, como muchos esperaban. Tras una ligera caída de las mismas en 2009 (del 1,4%), se ha retomado la tendencia al crecimiento en 2010 (incremento del 5,9%), hasta el punto de que el año pasado se llegó a los 10.000 millones de toneladas, todo un récord. Son los datos de un análisis científico presentado en la revista Nature Climate Change. Las emisiones globales de dióxido de carbono generadas por la utilización de combustibles fósiles han aumentado un 49% en las últimas dos décadas (El País, 12/12).

El crecimiento hay que apuntárselo tanto a los países desarrollados como a los países en desarrollo, o algunos de ellos. "El impacto de la crisis financiera de 2008-2009 en las emisiones globales ha sido breve debido a los fuertes incrementos en las economías emergentes, al retorno al crecimiento de las emisiones en los países desarrollados y al incremento de la intensidad de los combustibles fósiles en la economía mundial", dicen los científicos en el informe.

El incremento global del año pasado "fue debido a las altas tasas de aumento de unas cuantas economías en desarrollo como China (10,4%) e India (9,4%), aunque la contribución de algunos países desarrollados fue también sustancial en términos absolutos: por ejemplo, Estados Unidos, 4,1%, Federación Rusa, 5,8% y los 27 países de la Unión Europea, 2,2%".

Otra particularidad del modo de producción actual es la incidencia del transporte en las emisiones de gases. Los países subdesarrollados aumentan su producción de comodities. El traslado de estas producciones primarias a los centros mundiales de consumo genera emisiones en el transporte. Tanto es así que en una de las convenciones se propuso un aumento del impuesto al transporte marítimo, aunque también incide mucho el aéreo y el terrestre.

Para el capitalismo no se trata de un problema ambiental, sino de ganancias. Para los pulpos petroleros, la crisis energética es una oportunidad: si no hay consenso sobre un cambio en la matriz energética mundial, el barril del petróleo podría aumentar.

Las expectativas en la energía nuclear se desvanecieron con la mayor catástrofe nuclear mundial ocurrida en Fukushima, Japón, que dejó un tendal de 70.000 refugiados permanentes y una zona de exclusión de 30 km alrededor de la Central (National Geografic en Español, diciembre 2011).

Conclusiones

La realidad del calentamiento global, y la imposibilidad de que se llegue a un acuerdo entre los países capitalistas, ha llevado a que se plantee que estamos ante el borde de una crisis civilizatoria, provocada por una suerte de "exceso" productivo e industrializador. La solución sería entonces detener el desarrollo de las fuerzas productivas? O el de las fuerzas destructivas del capital?

Y esto, cuando ya existen las condiciones científicas y técnicas para evitar la destrucción del medio ambiente mediante el desarrollo de técnicas de conservación de la energía y de mejora de la eficiencia energética, junto con tecnologías de energías limpias (eólica, solar, biomasa, vehículos a hidrógeno, etc). Los científicos hasta han calculado su costo económico: se requeriría el mismo nivel de inversiones que hoy se destina a la investigación en energía nuclear o por el uso de combustibles fósiles, unos 10 billones de dólares durante las próximas décadas (El Cronista, 16/11/09). Las conclusiones de los científicos, por más intergubernamentales que sean, no llevan a ningún resultado práctico. El fracaso de las sucesivas "cumbres" intergubernamentales no es casual: en el cuadro de la decadencia capitalista, cuando los capitales buscan desesperadamente evitar la caída de su tasa de beneficio, las rivalidades entre los monopolios capitalistas y entre sus Estados impiden cualquier acción conjunta. La resolución de los problemas ambientales requiere de una acción concertada y planificada del conjunto de la humanidad, pero el mercado es el reino de la anarquía en la búsqueda de ganancias y opuesto a una asignación racional de recursos (Pablo Rabey, Prensa Obrera diciembre 2009).

La crisis climática pone en cuestión la organización misma de la sociedad; junto con la crisis alimentaria mundial, es un aspecto más de la decadencia del capitalismo. El avance de la ciencia posibilita el desarrollo de las fuerzas productivas en forma sustentable; pero, para ello, los trabajadores del mundo deben tomar la palabra. (igual fuente, igual vigencia).

Alicia Rodríguez

jueves, 8 de diciembre de 2011

La disolución de la Unión Europea


PO 1206 7/12/2011 Internacionales

La disolución de la Unión Europea

El lenguaje de los analistas que siguen la bancarrota capitalista internacional tiene, desde hace un tiempo, connotaciones apocalípticas. Lo mismo ocurre con los jefes de gobierno, quienes no eluden la posibilidad de una ruptura de la zona euro en un número determinado de días. La crisis mundial no tiene salida económica en el cuadro político actual; deberá atravesar antes crisis políticas y reestructuraciones estatales de magnitud y, por supuesto, una fuerte agitación y rebeliones populares. La quiebra bancaria es generalizada: un reciente informe (The Wall Street Journal, 2/12) describe la situación límite de los bancos norteamericanos -como Morgan Stanley, Citibank, Goldman Sachs y Bank of America- por su fuerte exposición a los bancos franceses, cuya calificación ha sido rebajada como consecuencia de su insolvencia. El conjunto de los bancos europeos tiene un fuerte déficit financiero con Estados Unidos y una carencia equivalente de dólares. "Temen una corrida bancaria", asegura el semanario The Economist (3/12), el cual agrega: "Los fondos estadounidenses del mercado de dinero, que eran fuente de dinero para Europa, redujeron los préstamos en más de un 40% en seis meses"; en los últimos tres meses salieron 14 mil millones de euros de los bancos griegos. El Banco Central Europeo compra activos de bancos que no logran financiamiento a razón de los 200 mil millones de euros por semana, pero esto no reactiva de ningún modo el crédito (al revés, hay una marcada contracción), lo cual extiende el cuadro de bancarrota a la industria. Aunque los diarios machacan acerca de la exposición de los bancos europeos a las deudas públicas, el núcleo de la crisis pasa por las deudas que tienen entre ellos -en especial del centro a la periferia, por ejemplo la exposición de los bancos alemanes o austríacos a la deuda de los bancos de Europa central o los Balcanes.
Directorio franco-alemán
Las salidas que se discuten en Europa son fuertemente deflacionarias -o sea reducciones de gastos públicos y de salarios, depresión de la demanda, concentración de la industria y de los bancos. Esta línea de acción responde a los intereses de Alemania, la cual reproduce -en esta crisis- la política que adoptó cuando anexó a Alemania oriental. La deflación produjo un desmantelamiento de la industria del este en beneficio del capital instalado en el oeste de Alemania. La deflación fortalece también la cotización de la deuda pública alemana y, por lo tanto, de los bancos alemanes que son sus principales tenedores. Se trata, en realidad, de una política de extorsión en gran escala, porque bastaría que sus rivales ‘patearan el tablero' y declararan una moratoria de deuda para precipitar la corrida bancaria en Alemania. Es, sin embargo, lo que más temen las otras naciones y, en especial, Estados Unidos y China -para quienes una quiebra europea significaría un derrumbe del mercado mundial. Lo mismo vale para Gran Bretaña.
La alemana Merkel y el francés Sarkozy han estado conspirando en torno a lo que denominaron una "unión fiscal' de la totalidad de la Unión Europea -o al menos de la zona euro-, bajo el supuesto de que la crisis europea no es de carácter capitalista, sino que obedece a las disparidades de la construcción original del euro. Se trata de una patraña, porque el planteo no apunta a un presupuesto único que reúna los ingresos de todos los países, sino a una tutela de los presupuestos nacionales por el directorio Merkozy. Pero la bancarrota europea no es fundamentalmente fiscal, sino bancaria: esa tutela no resuelve nada. El empantamiento es completo. La respuesta se verá en los próximos días, con nuevos derrumbes bursátiles y de las deudas públicas. Aunque el FMI, por orden del Tesoro norteamericano, ha ido a socorrer a Grecia, el directorio Merkozy está manejando la alternativa de una salida de varias naciones de la zona euro -no solamente Grecia, sino también Irlanda. Para los mejores observadores de la crisis, este desmantelamiento parcial produciría una acentuación de la política deflacionaria del núcleo central de la zona. En ese caso, países como España, Italia y hasta Bélgica u Holanda se acercarían a la puerta de salida. La ‘manovra' (maniobra) del procónsul en Italia, Mario Monti, que reduce el gasto estatal en 30 mil millones de euros -a fuerza de cortes en las jubilaciones y la suba de impuestos al consumo y al patrimonio de las familias- no sacará de la bancarrota al Monte Paschi de Siena (en la mira de los bancos franceses) o al Unicredit, expuesto sin salida a Austria y Europa central, tampoco a la deuda italiana de dos billones de euros. El planteo de la "Europa de dos o tres velocidades" es una versión de la disolución de la Unión Europea. El directorio Merkozy esconde a otro directorio, el de la Trilateral formada en los '70, del cual son parte los italianos Monti, ‘primer ministro', y Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo -ambos funcionarios de Goldman Sachs.
China
La novedad importante en todo esto tiene lugar fuera de Europa, pues en octubre cayó, por primera vez, la producción industrial de China. Hasta el columnista de Clarín, Jorge Castro, un optimista todoterreno, ha comenzado a ensombrecerse. Los despidos han alcanzado dimensiones tales que han provocado huelgas y rebeliones obreras en la industria de la zona más desarrollada del país. Los K pueden creer que Argentina está ‘blindada'; pero los chinos, no. Las leyes del desarrollo capitalista, o sea de su tendencia al derrumbe, se aplican a China con mayor razón que en cualquier otro país, porque sus estructuras capitalistas son mucho más débiles. La deuda de las autoridades locales de China ha crecido en forma exponencial y se financia con la expropiación de tierras de los campesinos, con las consiguientes revueltas populares. La exposición de la banca estatal y privada de China a la especulación inmobiliaria -en situación de quiebra- es, simplemente, desconocida. El crédito internacional de China con el resto del mundo está más que compensado por la deuda de la banca central de China con el sistema financiero local.
El impasse de la izquierda europea
El centroizquierda europeo ha sido el puntal de la formación de los ‘gobiernos técnicos' en Italia y Grecia, los que son la expresión de la disolución política de los regímenes semi-parlamentarios. La derecha, en Italia y en Francia, se ha lanzado a una operación política para capitalizar el descontento popular contra los planes de ajuste, cuyo eje es el rechazo a estos gobiernos fantoches e incluso el rechazo a la zona euro -y, en ocasiones, a la Unión Europea. Lo mismo ocurre con la derecha llamada ‘euroescéptica' en Gran Bretaña. La posición nacionalista es asumida también por partidos comunistas, como los de Grecia y Portugal. El centroizquierda de Europa, en cambio, es el puntal de los planes de ajuste, de la defensa del euro y de la Unión Europea: repite el rol que jugó en la crisis del '30, que abrió el camino al fascismo. Gran parte de la izquierda internacionalista, lamentablemente, tiene desde hace tiempo una posición centrista: plantea ‘una democracia social', en el marco de la Unión Europea o incluso una Federación Socialista sin romper antes con la Unión Europea y sin reivindicar la necesidad de separarse y romper con la Unión Europea en función de los Estados Unidos Socialistas de Europa, con Rusia incluida -en especial por parte de las naciones sometidas de la Unión Europea, como Grecia, Irlanda, Portugal o incluso España y las naciones de Europa oriental. Pero la necesidad de defender el euro y la Unión Europea es, precisamente, la principal extorsión que lanzan los gobiernos capitalistas para imponer sus planes de ajuste. Ninguna salida popular es viable sin el repudio de la deuda pública con los banqueros usureros -lo cual plantea, de inmediato, la disolución de la Unión Europea. En oposición al nacionalismo fascistoide y al stalinista, la ruptura de la Unión Europea debe ser planteada en función de la Unidad Socialista de Europa, incluida Rusia. Esta reivindicación debe servir a la unidad del proletariado de Europa, que busca una salida al derrumbe capitalista. La Unión Europea y el euro están condenados: si no le pone fin la clase obrera en nombre de una Federación de gobiernos de trabajadores, le pondrán fin la derecha y el fascismo para reforzar la opresión nacional -que la Unión Europea nunca tuvo como mira superar, sino reforzar.

Jorge Altamira

Celac: una operación distraccionista


PO 1206 7/12/2011 Internacionales

Celac: una operación distraccionista

El "socialismo del siglo XXI" y la derecha unidos

Con una gran puesta en escena de los presidentes de 33 países (solo faltaron los presidentes Ollanta Humalla de Perú, Laura Chinchilla de Costa Rica y Mauricio Funes de El Salvador), se inauguró en Caracas la primera cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). La iniciativa fue planteada por Brasil en diciembre de 2008. Consagró como Presidente al ultra derechista Sebastián Piñera hasta la reunión próxima en Santiago de Chile.
La pretensión de Chávez de que el novato espacio se convierta en una alternativa a la Organización de Estados Americanos (OEA), fue descartada casi desde el comienzo de las deliberaciones. El colombiano Santos y la brasileña Rousseff coincidieron en que "esta integración no puede ser contra nadie. Esta integración es a favor nuestro, no es contra la OEA ni contra la Cumbre Iberoamericana".
Puerto Rico no figuró siquiera (como no figura nunca) en las intenciones del cónclave, como si fuera inferior al status colonial de Malvinas. Lejos de los augurios de Chávez en su discurso de inauguración de la cumbre, la Celac no parece ser "la piedra fundamental de la unidad que nos hará libres". Lo que une al venezolano con el chileno Piñera y la argentina CFK o la brasileña Rousseff, es el flujo de inversiones y comercio con China, en el marco de la bancarrota mundial del capitalismo.Esto sin desmedro del pago de la deuda usuraria al capital financiero internacional. Cuando Cristina Kirchner repitió la muletilla de que "tenemos una oportunidad histórica de convertirnos en los protagonistas del siglo XXI", se estaba refiriendo a la ilusión de que los ‘emergentes' podrían esquivar la crisis mundial de la mano de China. Obviamente, aun no tomó nota de que China ya ha sido arrastrada al torbellino de la bancarrota capitalista. Cuando se refirió a "una integración económica intrazona" omitió decir, precisamente, que el principal rubro de esta ‘integración' son las infraestructuras y caminos que relacionan el Atlántico con el Pacífico, para potenciar el comercio con Asia, que beneficia a todo el capital internacional (especialmente al minero) invertido en América Latina. Chávez acaba de contratar un préstamo de China a cambio del hipotecamiento de una parte de las exportaciones de petróleo venezolano por diez años.
Bajo la batuta de Santos, todos los presidentes defendieron una "coordinación" para combatir el narcotráfico y el terrorismo, o sea una política de inteligencia conjunta. Cualquiera sabe, sin embargo, que esta inteligencia es un mito sin la intervención de la CIA y de la DEA -esta última ha sido denunciada por lavar dinero del narcotráfico mexicano. En este contexto, Chávez declaró, luego de capturar a Maximiliano Orozco, alias Valenciano, uno de los narcotraficantes más buscados en Colombia, su compromiso de capturar y entregar a cualquier irregular colombiano, incluso guerrillero. Chávez enfatizó que "(el de las guerrillas) es un tema que nos afecta"; las FARC, apoyaron, desde "las montañas colombianas", la constitución de la Celac.
Estados Unidos no demoró en caracterizar al Celac como un socio potencial en la región. "Los grupos subregionales son potencialmente importantes representantes del hemisferio y pueden ser útiles socios para Estados Unidos", señaló el portavoz para América Latina, William Ostick. En Washington, Mark Toner, vocero del Departamento de Estado, comentó que "hay muchas organizaciones subregionales en el continente, a algunas de las cuales pertenecemos y otras, como ésta, no lo hacemos".
La nota disonante del encuentro fue la imposibilidad de llegar a un acuerdo en cuanto a la forma en la que se tomarían las decisiones. Brasil impuso la condición "unanimidad", construida con negociaciones políticas.
La presidencia pro témpore del organismo recayó en manos del derechista chileno Piñera. El "socialismo del siglo XXI" les dio a los estudiantes y trabajadores chilenos una clara demostración de sus intereses en la región.

Cristian Henkel

jueves, 1 de diciembre de 2011

LA CAÍDA DE GADAFI Y SU PERCEPCIÓN EN VENEZUELA


LA CAÍDA DE GADAFI Y SU PERCEPCIÓN EN VENEZUELA

La forma en que las masas terminan con los dictadores suele ser similar a la que ellos utilizaron

Estas fotos que observas un poco más abajo no son ni gratuitas ni inocentes. Son un fiel testimonio de un individuo que gobernó un país durante décadas y terminó sus días asesinado por sus opositores. Fotos que revelan la delgada línea que separa -y separaba-  a quienes se decían sus amigos, porque a la hora de las definiciones, todas estos figurones terminaron soltándole la mano cuando vieron que la cosa era en serio, que no era un levantamiento aislado, cuando se asustaron al ver a un pueblo que se plantaba firme para decirle basta al régimen de Gadafy.

Cuando un líder cae en desgracia, el imperialismo ha aprendido muy bien que el camino que le queda para no quedar pegado en el apoyo es ayudándolo a caerse. Por eso la OTAN, por eso un Obama "democrático" que hasta ayer se deleitaba de tenerlo como compañero de ruta.



Tras la ejecución de Gadafi, se hizo público el nivel de compromiso político y económico que este dictador mantenía con sus ex amigos a lo ancho y largo del planeta. Hoy, una intelectualidad venezolana se muestra entre sorprendida y escandalizada cuando descubre al portador de un discurso antiimperialista que, bajo cuerda, hacía y deshacía lo contrario de lo que expresaba. Hoy, esa intelectualidad explica la asociación de Gadafi con los gobiernos criminales que integran la OTAN como “errores” aunque también hay quienes, dentro de este mismo riñón intelectual, devalúan su importancia al señalar que estas cosas "eran cuestiones menores".

Al igual que Gadafi, los reyes de Francia y los zares de Rusia fueron también ejecutados, los primeros en la guillotina los segundos ante un pelotón de fusilamiento. Ceausescu, el presidente de Rumania y su esposa, fueron también fusilados y las imágenes trasmitidas por la televisión a todo el país.

Gadafi fue quizás el dictador más extravagante por sus maneras de mostrarse en público, pero su cara oculta no difería de las formas del stalinismo, cometiendo miles de asesinatos, torturas, prohibiendo las organizaciones gremiales como los sindicatos y también las culturales, para terminar en el lugar común de muchos otros dictadores, para convertirse desde el 2004 hasta principios de este año,  en colaborador de la CIA norteamericana y el MI6 inglés, cuando no con el Mosad israelí traicionando a palestinos y a cuanto luchador de organizaciones que pensaban a Gadafi como aliado de causas populares.

“Estadounidenses y británicos cooperaron estrechamente en los últimos años con los servicios secretos del coronel Gadafi, a tal punto que la CIA entregó prisioneros al régimen libio para que fuesen interrogados. El diario británico The Independent y los estadounidenses Wall Street Journal y New York Times tuvieron acceso a archivos descubiertos por la organización de defensa de los Derechos Humanos Human Rights Watch (HRW) en un edificio de los servicios secretos libios en Trípoli”. Londres AFP. 4-09-2011.

Nada de esto tiene que ver con la Jamahiriya y la Revolución Verde, la primera etapa de Gadafy, que fue un intento nacionalista dentro del marco capitalista.

Como muestra de la posición de simpatizantes del chavismo, podemos citar el siguiente párrafo de una nota publicada en www.aporrea.org:

“En su última fase política, Gadafi, motivado por las mejoras económicas de su país, intentó un acercamiento con las principales potencias occidentales, enemigas desde siempre de su política nacionalista y antiimperialista. Trasladó inmensas fortunas nacionales como personales a la banca de estos países, financió campañas electorales de candidatos que luego fueron presidentes de países como Francia, y concedió importantes contratos para la explotación de los hidrocarburos libios por parte de empresas italianas y británicas. Muchos presidentes de los países del “primer mundo” se retrataban con él y lo llamaban “buen amigo”. Todo esto se hacia mientras le exigían desmontara su aparataje militar y mientras movilizaban gran poderío bélico alrededor de una Libia cada vez más vulnerable” (Juan Contreras 04/11/2011)

Escritos como este abundan, la benevolencia hacia Gadafi fue, por tanto, también hacia sus socios de la OTAN, hasta los días previos a la rebelión iniciada en marzo de  este año.

El nacionalismo termina postrándose al imperialismo

A excepción del estado cubano, el nacionalismo siempre se postra ante el imperialismo. El movimiento 26 de Julio tuvo una orientación nacionalista desde el principio, no luchaba por un gobierno de los trabajadores ni se planteaba el cambio hacia una sociedad  socialista. Tuvo que mantener su independencia respecto a cualquier acuerdo con el gobierno norteamericano y la única salida fue romper totalmente con él, realizando expropiaciones sin indemnizaciones y la nacionalización de la banca, es decir instaurando un gobierno de los trabajadores. Más tarde unificándose con el PSP fundó el Partido Comunista de Cuba con orientación stalinista. Hoy es todavía  necesario un direccionamiento que represente auténticamente a los trabajadores cubanos, comenzando con permitir la organización de los opositores que reivindiquen la revolución.

En Venezuela como en otros países, aún los pueblos no han podido superar la necesidad de depositar la esperanza de cambio en una sola persona,  que termina convirtiéndose en el líder que debe encarnar los sentimientos del pueblo, ser su vocero y solucionar los problemas del país. Conforme a la enseñanza tradicional los líderes son los que cambian  o hacen la historia  y las masas son simples sujetos pasivos que los siguen. Detrás de esto siempre hay un aparato que sostiene al líder, un ejército y una burocracia que se beneficia con su existencia. Los medios de difusión hacen el resto y todo funciona hasta que el proyecto comienza a desintegrarse y los aliados de entonces comienzan a despegarse y a alinearse en bandos opuestos. Como si fuera un simple fusible que entra en corto circuito, el líder cae para ser desplazado por otra figura de recambio, tal vez menos carismática pero imprescindible para continuar realizando las mismas políticas.

Para contrastar, Lenin se destacaba por su oposición a los liderazgos omnímodos y unipersonales. Por eso su lucha fue por la organización de las masas en un Partido de clase, con un pensamiento colectivo que debatiera las más disímiles posiciones y decidiera por mayoría cuál era el mejor camino a tomar. A esto se le llama liderazgo, al liderazgo democrático, a la instalación del debate colectivo.

Gadafi precisamente no solo evitaba esto sino que terminó siendo colaborador y operador de acciones criminales junto a los gobiernos europeos  y norteamericanos, en contra de las organizaciones que luchaban contra las intervenciones que sojuzgaban a los pueblos, y también colaborando contra la inmigración africana hacia Europa.

Es importante recordar que todo comenzó con los preparativos para el 17 de febrero: el “Día de la ira en Libia”, pero los acontecimientos se precipitaron con la detención el día 15 en Bengasi de Fethi Tarbel, abogado defensor de presos y principal acusador por la masacre de la prisión Abu Salim.

Cuando el movimiento se hizo fuerte, los socios europeos  y  americanos decidieron traicionar a Gadafy, al verlo impotente para continuar su dominio. El 17 de marzo el Consejo de Seguridad emitió el decreto 1973 sobre la zona de exclusión aérea y comenzó su intervención mediante bombardeos selectivos donde también la población insurrecta fue la más perjudicada. Los gobiernos de la OTAN, evaluaron la revolución al norte de África (Magreb y Mashreq) Gadafy estaba perdido, y declararon la conformación de un gobierno de exgadafistas para armar la contrarrevolución. Hoy, el paso para el gobierno de transición,  la CNT y sus jefes de los países de la OTAN es para desarmar al pueblo.

Cabe aclarar que La CNT impuso en Libia le Ley Islámica o Sharia, criticada por la izquierda venezolana, que dicho sea de paso también se aplica en Irán, pero tampoco es conveniente denunciar esto por los acuerdos de cooperación vigentes.

A. Rodriguez