Opción Obrera es la sección venezolana de la CRCI (Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional)

Propulsamos el desarrollo de una política proletaria al seno de los trabajadores tras su independencia de clase y una organización de lucha para su liberación de la explotación e instaurar El Gobierno de los Trabajadores, primer paso hacia el socialismo.

Ante la bancarrota capitalista mundial nuestra propuesta es que:


¡¡LOS CAPITALISTAS DEBEN PAGAR LA CRISIS!
¡LOS TRABAJADORES DEBEN TOMAR EL PODER!



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jueves, 17 de mayo de 2012

Grecia: un gobierno de ‘izquierda radical’


Grecia: un gobierno de ‘izquierda radical’

Jorge Altamira | 17 mayo, 2012
Al final, Grecia tendrá nuevas elecciones a mediados de junio. Los intentos de formar una coalición a partir de los resultados del 6 de mayo pasado fracasaron sin atenuantes. La razón de fondo es que Syriza, el frente de izquierda que obtuvo el segundo lugar en esos comicios, no admitió ningún tipo de acuerdo político que no contemplara la anulación del memorando de ajuste firmado por Grecia con la Comisión Europea y el FMI. Ese memorando, que acompañó la refinanciación de la deuda de Grecia, impone unos 150 mil despidos adicionales en la administración pública, recortes mayores en las jubilaciones y en los gastos sociales, y una serie de privatizaciones. Syriza plantea también un condicionamiento del pago de la deuda externa a lo que determine una auditoría internacional sobre su legitimidad, e incluso una nacionalización parcial de los bancos. Un acuerdo de gobierno tampoco era ya posible por una razón netamente política: la tendencia popular desde horas antes de las elecciones pasadas va incontestablemente hacia la izquierda y hacia una votación masiva por Syriza. Aceptar una coalición de gobierno equivalía, para Syriza, atar su destino al cadáver político de los partidos tradicionales. En Grecia se ha creado una situación excepcional. La dispersión aparente de la tendencia política popular, que se manifiesta en esta crisis capitalista, empieza a cobrar homogeneidad con la profundización de esos procesos de crisis política.
Contagio
El nuevo mapa político ha dejado planteado el retiro de Grecia de la zona monetaria del euro y de la Unión Europea. Esto no obedece a la posición de Syriza, que está firmemente a favor de mantener a Grecia dentro de esa alianza imperialista, sino a la de la Comisión Europea, que ha dicho que el rechazo al memorando es incompatible con la continuidad de Grecia en la órbita del euro e incluso en la UE (que incluye a países que no están en la zona monetaria, como Gran Bretaña, Dinamarca, Suecia, Polonia y otros). La posibilidad de la exclusión de Grecia del euro ha desatado de nuevo el interminable debate sobre las implicancias que tendría para Grecia y para el conjunto de Europa. Los bancos y grandes empresas tienen desde hace tiempo planes contingentes para esa eventualidad. La discusión es ociosa, porque no hace falta que se llegue a ese extremo para ‘contagiar’ a Europa con una ola de bancarrotas; esto lo prueba la situación de España, Italia, Bélgica, Portugal e Irlanda. Los créditos incobrables y los llamados activos tóxicos también se acumulan en Alemania, que aparecen disimulados ante la opinión pública por la fortaleza de la deuda pública del país, que es, sin embargo, la consecuencia de que ocupa un lugar de refugio para los capitales que huyen de otros mercados. Hay, por otra parte, una huida, que todavía no es generalizada, a la deuda pública norteamericana, cuya cotización, en consecuencia, ha alcanzado el cuarto pico más alto de su historia, a pesar de que el déficit fiscal de Estados Unidos no deja de crecer. Los bancos españoles, para dar otro ejemplo, han estado comprando la deuda pública de España, de la que se desprenden los fondos especulativos norteamericanos, para evitar un colapso de las finanzas estatales y de ellos mismos, atiborrados con títulos del Estado español. El ‘defol’ de la deuda de la mayor parte de las comunidades autónomas de España es el pretexto que esgrime el gobierno de Rajoy para intervenirlas. Han abundado las noticias acerca del hundimiento financiero de Bankia, el cuarto en el ranking español, con activos por 400 mil millones de dólares, pero no ha gozado de la misma publicidad la tercera quiebra inminente del banco franco-belga, Dexia, con activos por 1,3 billones de dólares. Dexia duplica los compromisos que, en su momento, llevaron a Lehman Brothers a la quiebra, obligando a la intervención ‘in extremis’ del gobierno norteamericano y de la Reserva Federal. La banca mundial ni siquiera ha empezado a purgar de sus balances los créditos incobrables y los activos invendibles, a pesar del socorro gigantesco que ha recibido de los bancos centrales. Cualquier episodio (sólo queda por saber cuál) podría desatar una hecatombe, sólo queda por saber cuál. Un cálculo del Financial Times (Alphaville, 15/5) estima en 80 mil millones de dólares para Francia, y en 110 mil millones de dólares para Alemania, la pérdida que la salida de Grecia provocaría a las Tesorerías públicas de esos países. Pero si el caso del Crédit Agricole sirve de ejemplo, la anulación del rescate de Grecia pondría fin a la vida del cuarto banco francés.
El escenario y las bambalinas
¿Chau Grecia, entonces? No necesariamente, porque la crisis griega es parte de un juego mayor y un pretexto para hacer valer intereses ajenos a Grecia. El cuadro de conjunto demuestra que la inviabilidad no es de Grecia sino de la zona euro, y que la amenaza vale para todo el mundo. La señora Merkel acaba de perder por goleada en el estado más industrial de Alemania, debido a que el electorado rechazó el ‘ajuste’ en la región más endeudada del país. Francia, por su lado, no tiene espaldas para rescatar a ninguna entidad bancaria del país, si llegara el caso. Lo revela la disputa con Bélgica por el rescate de Dexia. O sea que mientras Syriza reivindica la anulación del memorando, o más precisamente su renegociación, son muchos los intereses que presionan por una modificación de la orientación a Europa por parte de Alemania de cara a la crisis. Cohn Bendit, un diputado europeo que debutara en los 60 como un revolucionario prematuro, acaba de recomendar que Grecia reciba una asistencia social internacional como la que recibió el este de Alemania luego de la caída del muro de Berlín (Le Monde, 11/5) -una suerte de asignación por hijo para griegos. La que levantó la punta del velo en forma más explícita fue la directora del FMI: “Si los compromisos no se cumplen, dijo en referencia a una anulación del memorando, habrá que hacer las revisiones adecuadas y ello significa más tiempo y más financiación (!!!) o un mecanismo de salida que debería ser ordenada” (El País, 16/5). Los líderes de Syriza que, por sobre todo, no quieren romper con la Unión Europea, han encontrado la pareja que estaban buscando. Es que, de un modo más general, la Reserva Federal, y los bancos de Inglaterra, Japón y el Europeo, están reclamando que Alemania acepte integrar un Fondo de Financiamiento, que pueda ser suscripto en el mercado internacional y que supere largamente el billón y medio de dólares. Sería una suerte de bicicleta financiera que se utilizaría para rescatar a los bancos que entren en cesación de pagos, hasta que el propio Fondo caiga bajo el peso de la especulación internacional.
Este encuadre de la situación explica la consistencia del planteo contradictorio de Syriza: rechazar el memorando (‘ajuste’), por un lado, y obtener de las potencias europeas la permanencia en la zona monetaria y en la unión política, por el otro. Ojo que Syriza no plantea la vuelta atrás en el ‘ajuste’ ya consumado -algo que la Comisión Europea tiene perfectamente en claro. Mientras la consistencia se sostenga (algo incierto), el planteo-síntesis de Syriza (que se califica por su oportunismo extremo) es una dinamita electoral. El Frente está gestionando su conversión a partido, porque es una condición para recibir el ‘premio de mayoría’ – cincuenta diputados adicionales para el que arriba primero.
Syriza
Syriza levanta también una consigna poderosa: el llamado a formar “un gobierno de izquierda”, capaz de imponer la derogación del memorando, que, repetimos, compendia el ataque brutal del capital contra los trabajadores. Esta consigna ha encendido la imaginación popular. Políticamente, mete presión sobre el partido comunista, con fuerte raíz histórica e implantación en la clase obrera, cuyo sectarismo ha sido siempre funcional a los intereses del estado nacional griego. La burocracia del PC, como era de esperar, ha rechazado el convite, y por ese motivo será posiblemente castigada en términos de votos en junio (el 6 de mayo obtuvo el 8%). Convoca, además, a una escisión de derecha, la Unión Democrática, que en los cabildeos recientes se manifestó a favor de una coalición con los viejos partidos en desgracia. Aunque incluso podría reunir las condiciones para gobernar solo (hasta recibiría gran parte de los votos que el pasado 6 de mayo fueron para el fascista Amanecer Dorado), Syriza está gestionando un acuerdo con una fuerza menor, Dimar, una escisión del Pasok, con el argumento de que compensaría así el boicot del partido comunista. Dimar, a través de largos años en el gobierno, ha formado una burocracia con intereses definidos y relaciones relevantes con la burguesía helena, incluida la poderosa fracción de los armadores navieros.
Tenemos, de este modo, una situación política altamente contradictoria en Grecia: un giro masivo del electorado hacia la izquierda, que se desarrolla sobre los escombros de los partidos tradicionales; la división e incertidumbre en la burguesía y en el aparato del Estado de Grecia; y un “desensillemos hasta que aclare” de parte de la burguesía internacional, mientras mete presión sobre Syriza. Esto por un lado; por el otro lado, una maniobra de la pequeña burguesía progresista de Grecia, para mantener al país en el campo del imperialismo. Una ficción política en términos de programa -la posibilidad de frenar el ‘ajuste’ sin romper con el imperialismo- podría acabar asumiendo el rol de recurso último del imperialismo contra las masas griegas, apenas ellas se vean empujadas a la lucha por un gobierno de trabajadores. Syriza se ha presentado, algunas veces como la expresión del chavismo y, en otras, como una Unidad Popular chilena (curiosamente, dos ejemplos que ponen a América Latina como un laboratorio mundial de política popular, que permiten también evaluar en concreto los resultados históricos de esas experiencias). Levanta como consigna “Por un gobierno de izquierda”, el cual interpreta -como se ha dicho, como un gobierno independiente de los partidos tradicionales- que busca un compromiso con la Unión Europea -comando ejecutivo del imperialismo.
La situación no podría ser más inestable, por eso se ha especulado con establecer un ‘gobierno técnico’ y postergar sin tiempo las elecciones, lo cual plantearía la necesidad de un apoyo político de las fuerzas armadas. Las provocaciones ocupan un lugar destacado en el escenario griego: el gobierno interino del país acaba de efectuar un pago de 400 millones de euros, o sea el ciento por ciento de la deuda, al puñado de fondos buitres que había rechazado la quita del reciente canje, en perjuicio del 90% de los acreedores que lo había aceptado. ¿Se busca provocar un repudio del reciente rescate?
Política revolucionaria
Este es el cuadro que, según se ha expuesto, debe abordar la izquierda revolucionaria de Grecia, la cual el pasado 6 de mayo apenas llegó, sumadas sus fracciones, al 1,4% de los votos válidos, pero que con un 3% en junio próximo, si va unida, podría ingresar cerca de una decena de representantes al parlamento, dada la radicalización que se desarrolla en el país. El desafío para la izquierda es superar la marginalidad y convertirse en protagonista nacional en una situación prerrevolucionaria. La dificultad que ella enfrenta no es solamente su heterogeneidad. El frente Antarzya integra a diferentes fracciones del trotskismo y a una antigua escisión de izquierda del partido comunista; el EEK es el partido que representa a la CRCI; y existen otros agrupamientos trotskistas y maoístas. Esta izquierda revolucionaria se enfrenta el desafío de elaborar una caracterización adecuada de una situación que es completamente nueva y compleja. En un afán de simplificar, diríamos que enfrenta el peligro de un abordaje oportunista, como sería un apoyo -incluso ‘crítico’- a Syriza, en nombre de “una lucha contra el ajuste”. También del peligro de ser sectario -que caracterizaría a Syriza como expresión de un recambio del viejo sistema político.
La izquierda revolucionaria no debería rechazar la reivindicación de “un gobierno de izquierda”, que no solamente goza de la simpatía popular, sino que es un arma de presión para quebrar la posición reaccionaria del partido comunista. Debe oponerlo a la acepción que le da Syriza y a su programa, definiéndolo en términos anticapitalistas -en primer lugar, como un gobierno de trabajadores que repudia la deuda externa, que revierte todas las medidas de ‘ajuste’ contra los trabajadores; que plantea la confiscación de la banca bajo control obrero; que rompe con la Unión Europea e impulsa la formación de una Federación socialista, incluida Rusia; y que convoca a la formación de comités obreros y de barrios para luchar contra el sabotaje capitalista y para superar la representación formalista del parlamentarismo por la representación directa de las masas activas.
La izquierda revolucionaria, repetimos, debe rechazar como la peste cualquier tipo de oportunismo que la conduciría a una colaboración de clases disfrazada. Debe valerse del programa revolucionario, no para justificar el aislamiento, sino -por sobre todas las cosas- para quebrar la marginalidad y convertirse en protagonista político. Las elecciones próximas son, para este propósito, fundamentales.

martes, 1 de mayo de 2012

Mientras se demanda por más leyes sobre el trabajo más se legitima la explotación en el trabajo

Prensa Opción Obrera 22 Mayo 2012


Mientras se demanda por más leyes sobre el trabajo más se legitima la explotación en el trabajo

Un obstáculo para los trabajadores avanzar en la lucha contra sus penurias y vencer a los patronos, reside en las organizaciones y dirigentes que se esmeran y debaten en foros, asambleas y marchas para formular una compendio de leyes, sin denunciar que todas estas leyes sólo pretenden regular el sistema de explotación dentro de un régimen donde el capital es quien tiene el poder. Las propuestas las encuadran como reformas parciales o “nuevas y  revolucionarias”, algunos llegan hasta a la fantasía de llamar al conjunto de propuestas una ley socialista.

El ministerio del trabajo y todas sus agencias, las inspectorías, las oficinas del Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales (Inpsasel), los tribunales, son viles ejecutores de una política antiobrera que de forma inequívoca se expresa a través de la Ley del Trabajo (LOT). No escurrimos el bulto sobre el contenido de las leyes. En todas las propuestas que se proyectan los ejes más importantes son las prestaciones sociales y la reducción de la jornada de trabajo. Alrededor de esto gira todo este alboroto. Sin embargo, el Estado y el derecho, sea jurídico o virtual, tienen como método reglamentar las condiciones de trabajo cuyas reglas del juego determinan un salario que siempre tiende  hacia el mínimo legal, inclusive hasta por debajo de él, y unas jornadas de trabajo para sacar el mayor provecho con la producción.

Desde el presidente Chávez, quien designa la máxima autoridad del trabajo, la ministro y sus vice, el ministerio de industrias, las empresas autónomas como PDVSA, Corpoelec, Petrocasa, los directores y interventores de las empresas nacionalizadas, los ministerios, la AN, por decir algunas instituciones, hasta la empresa privada incumplen con las escasos artículos de las leyes que favorecen a los trabajadores, en particular las referidas al reconocimiento a la contratación colectiva. Es por esto que en las misiones, a la par que intentan enmendar la plana de los fracasos de las instituciones tradicionales, son unos monumentos a la precarización y a la flexibilidad laboral.

Chavez y el gobierno bolivariano son antiobreros por todo el cañón, por tanto es una falacia que sean obreristas, y en el supuesto que lo fueran, sería insuficiente para todos nosotros aceptar un gobierno que no es de los trabajadores aunque tenga una tendencia en forma de dádivas cada tanto tiempo hacia la clase obrera. Tratamos de enrumbar la lucha de forma independiente, esto quiere decir que nuestro problema que es el salario principalmente y sus derivados de horas extras, diurnas y nocturnas, feriados y días de descanso, no los regalamos ni los encorsetamos en una ley. Con un salario miserable el sobretiempo se torna un sacrificio aún mayor. Nosotros tenemos que arrebatar cada conquista, desde la de disponer, por lo menos, de un salario igual a la cesta básica familiar y su ajuste con cada variación por la especulación, hasta alcanzar un gobierno nuestro para, definitivamente, eliminar el sistema de explotación sobre el cual yace esta sociedad capitalista confinada en la República Bolivariana de Venezuela.

La “Izquierda” y su Ley Burguesa

Prensa Opción Obrera 22 Mayo 2012


La “Izquierda” y su Ley Burguesa

Para  Marea socialista el capitalismo es opcional

Stalin Pérez propone ante la decisión de Chavez de promulgar una nueva LOT por decreto, el someterla a un referéndum en la que los trabajadores voten si la aprueban o no, para ello se debe presentar un anteproyecto con las propuestas que se tienen desde los diferentes sectores de los trabajadores para que sea discutida y luego sometida a plebiscito (http://www.aporrea.org/trabajadores/n201572.html). Los de Marea, son tan democráticos que le dan la posibilidad al pueblo de votar en contra de ellos mismos, pero se olvidaron cuando su partido y su gobierno tenían mayoría absoluta, democráticamente, en la AN y no debatieron, mucho menos aprobaron, siquiera un artículo de esta ley y sí muchos para criminalizar la protesta social.

Tanta democracia les permite asumir que “la unidad de los trabajadores”, todo lo contrario a su independencia de clase, pasa por una central sindical impuesta por el gobierno.

“Mas allá de agarrar un papelito y escribir propuestas, consideramos necesario ver las realidades por sector económico del país, debemos debatir cómo vamos a abordar el tipo de trabajo que estamos haciendo, qué estamos produciendo y cómo lo estamos produciendo; si vamos a discutir esta ley también queremos saber qué va a pasar con el reglamento del cual no se ha hablado nada”. (Declaraciones de Cristian Pereira, también vocero de Marea Socialista en http://www.periodicoproceso.com.ve).

“la reducción de la jornada laboral trae consigo un elemento importante, que es la posibilidad de la generación de empleo, pero también trae como consecuencia que una reducción de la jornada modifica los valores de cálculo para bonos nocturnos, horas extras y otras cosas que la ley actual no aclara y nos pone a los dirigente sindicales a dar cabezazos buscando jurisprudencia frente a la alta resistencia y fortaleza económica que tienen los patronos”. (Ídem).

Se devanan los sesos buscando alternativas… dentro de la ley, profundizando las ilusiones en el gobierno. Marea Socialista, es una organización subalterna dentro del PSUV.

La USI, ahora Socialismo y Libertad, y C-CURA abogan por una reforma democrática de la  LOT

Piden que se cumpla la constitución, se lo exigen con desvergüenza al TSJ, y para no quedarse cortos con otras instituciones del Estado: “Que el gobierno cumpla y haga cumplir el mandato constitucional de 1999” (Voz de los Trabajadores, Marzo de 2012, No. 16). Se respaldan tras el espíritu de la constitución de 1999 sobre el pago del llamado recálculo de las prestaciones, además exigen que se reglamente la ley de Seguridad Social, quién sabe si no será con los mismos que están elaborando la nueva LOT.

“El espíritu de la Constitución de 1999 es absolutamente claro (…) El gobierno no debe seguir incumpliendo el mandato constitucional y debe ordenar de inmediato el recálculo de la deuda, su cuantificación, individualización y su pago inmediato. Por ello, exigimos al TSJ que anule la reforma de la LOT de 1997”. (Ídem).

“En este mismo marco, nuestro partido considera que la reforma democrática de la ley debe ir acompañada de la reglamentación de la Ley de Seguridad Social de 2002, la cual se encuentra estancada desde ese año, en lo que los abogados llaman una vacatio legis (suspendida en el limbo), lo cual acarrea que no se hayan aprobado los subsistemas de salud y jubilaciones”. (Ídem).

“Asimismo, exigimos una inmediata amnistía laboral. Que se concrete el reenganche de los trabajadores y dirigentes sindicales despedidos, tanto de empresas privadas como de instituciones del Estado, y se levanten las medidas cautelares y juicios que pesan sobre otros tantos”. (Ídem).

“E igualmente, que se decrete un aumento general de sueldos y salarios, y que el salario mínimo sea igualado a la canasta básica, tal como se plantea en el artículo 91 de la Constitución”. (Ídem).

Para la USI - C-Cura se aplica el dicho: “Pide que no sabes cuándo te darán”.

El PCV y el movimiento Gayones, la “Izquierda” que va más allá

Como pedir parece que es bueno, el PCV organiza una macolla de organizaciones para hacer lo mismo, elaborando una contrapropuesta a la ley que se cocina a espaldas de los trabajadores en la Comisión Presidencial. El único problema es que no hallan cómo lidiar cuando de tales pedidos no obtienen respuestas.

“La Unión Nacional de Trabajadores (UNETE), el Movimiento Nacional por el Control Obrero, la Plataforma de los Consejos Socialistas de Trabajadores de la Gran Caracas, los Colectivos de Delegados y Delegadas de Prevención de la Coordinadora Nacional por la Salud de las y los Trabajadores (CONASAT), la Corriente Clasista de Trabajadores y Trabajadoras “Cruz Villegas”, el Colectivo por la Salud y la Seguridad en el Trabajo “Pedro Ortega Díaz”, el Frente de Jóvenes Trabajadores, el Movimiento de Mujeres “Clara Zetkin”, la Juventud Obrera Católica, EL Partido Comunista de Venezuela (PCV), la Juventud Comunista de Venezuela (JCV) y demás organizaciones clasista del campo y la ciudad, han venido desarrollando un amplio y profundo debate nacional que ha sido plasmado en una propuesta que ha sido entregada este jueves 22 de marzo del 2012, al Presidente Hugo Chávez Frías y a la Comisión Presidencial en una Marcha Nacional”. (Tribuna Popular, 22/03/2012).

Esmerándose en darle un tinte clasista a su papel de pedigüeños definen que sus propuestas conllevan a lo siguiente:

“Incorporar a los Consejos de Trabajadores y Trabajadoras en la normativa que permita su utilización pedagógica y concreta para profundizar la democracia, la participación y el control de los trabajadores de los centros de trabajo públicos y privados”. (Tribuna Popular, 29/03/2012).

La realidad es decretar estos mamotretos desde arriba, e imponerlos como conciliadores en las empresas estadales para debilitar el autentico reclamo desde los sindicatos como otra forma de desviar la luchas de los trabajadores.

Los Gayones (UST) ofrecen su versión porque a su entender estamos en tránsito hacia el socialismo. Tal “tránsito hacia el socialismo” los conduce a abandonar cualquier autonomía del movimiento obrero. A pesar de que atendieron el llamado de Chávez por una nueva central sindical y participan en el PSUV, no fueron invitados a integrar la Comisión Presidencial que elabora la nueva LOT, de todos modos se esmeran en su obsecuencia:

En el marco del debate nacional sobre una nueva Norma Jurídica de Derecho Laboral que reemplace de una vez todas a la Ley Orgánica del Trabajo (LOT), y ponga fin a este texto que representa la era neoliberal; desde la Unión de Trabajadores al Socialismo (UTS) consideramos que legislar en esta materia tan importante no es solo una cuestión de orden Jurídica, sino fundamentalmente política e ideológica, por cuanto todo el conjunto de normas jurídicas forman parte de la superestructura de una sociedad la cual está en correspondencia y determinada por las contradicciones de clases, por la correlación de fuerzas presentes en determinado periodo histórico de la sociedad dada”. (http://movimientogayones.blogspot.com, 02/04/2012).

“Por ello no fue suficiente que en la Asamblea Nacional contáramos con la totalidad de los diputados y diputadas que la conformaban, no significa esto que exoneramos de toda responsabilidad a quienes estaban al frente del poder legislativo de entonces; sin embargo, no basta con obtener una nueva ley orgánica del trabajo sino que su contenido esté enmarcado dentro de los intereses del proletariado y consustanciado con una sociedad que transita hacia el socialismo, una nueva ley que sirva de instrumento de lucha, para que el proletariado como vanguardia continúe profundizando el proceso transformación de la sociedad. (Ídem).

Al final lo jurídico remonta la era neoliberal, lo juntan con la superestructura, definen la ¡sociedad! como un tránsito hacia el socialismo, desean que el proletariado y esa dichosa ley vayan juntos con los diputados que no la propusieron, total, un galimatías con el fin de apoyar una comisión designada por el mayor patrón del país.

A propósito del derecho y el trabajo

Prensa Opción Obrera 22 Mayo 2012


A propósito del derecho y el trabajo
Citas de Marx* con algún comentario

El derecho constituye el conjunto de aquellas condiciones exteriores de producción que en una sociedad escindida en clases se expresan como normas consuetudinarias o escritas (normas jurídicas) y cuya mantención está garantizada por la fuerza controlada por el Estado. Es decir sus tribunales, su policía y la guardia nacional.

“El obrero es más pobre cuanta más riqueza produce, cuanto más crece su producción en potencia y en volumen. El trabajador se convierte en una mercancía tanto más barata cuantas más mercancías produce. La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas. El trabajo no sólo produce mercancías; se produce también a sí mismo y al obrero como mercancía, y justamente en la proporción en que produce mercancías en general.”

“La enajenación del trabajador en su objeto se expresa, según las leyes económicas, de la siguiente forma: cuanto más produce el trabajador, tanto menos ha de consumir; cuanto más valores crea, tanto más sin valor, tanto más indigno es él; cuanto más elaborado su producto, tanto más deforme el trabajador; cuanto más civilizado su objeto, tanto más bárbaro el trabajador; cuanto mis rico espiritualmente se hace el trabajo, tanto más desespiritualizado y ligado a la naturaleza queda el trabajador.”

“Si el producto del trabajo no pertenece al trabajador, si es frente él un poder extraño, esto sólo es posible porque pertenece a otro hombre que no es el trabajador. Si su actividad es para él dolor, ha de ser goce y alegría vital de otro. Ni los dioses, ni la naturaleza, sino sólo el hombre mismo, puede ser este poder extraño sobre los hombres.”

* ”Manuscritos económicos filosóficos” de Carlos Marx

Una alternativa para los trabajadores, independiente de los partidos burgueses y sus substitutos

Prensa Opción Obrera 22 Mayo 2012


Elecciones 2012
Una alternativa para los trabajadores, independiente de los partidos burgueses y sus substitutos

Mientras el chavismo se estructura en función de las directrices de Chávez y el PSUV para mantener el poder político de las instituciones del Estado (el GPP pasó sin pena ni gloria), la derecha se une para ser una opción de triunfo y recuperar el poder político de esas mismas instituciones del Estado. La derecha ha avanzado por lo que ha dejado de hacer el chavismo en el poder político poniéndole en bandeja de plata lo que antes controlaba. Tanto para el chavismo como para la derecha son el Estado y sus instituciones lo que hay que reforzar y defender. Para el primero, mantener su control, para el segundo, recuperarlas. La ficción de la “democracia participativa y protagónica” no nos hace participes protagónicos ni nos saca de nuestras miserias.

Las dos tendencias de la oferta electoral, el chavismo y la derecha, quieren mantener el Estado capitalista. Que la derecha lo haga tiene todo su sentido, total, se deben a él. El chavismo asume que es posible su reforma en función de un nacionalismo trasnochado.


El PSUV es un fracaso, no ha podido construirse como una alternativa colectiva; junto al gobierno puede derivar en eternizarse como una dirección unipersonal, o lo sumo, dinásticamente con un familiar o un títere, porque no representan sino camarillas que se enfrentan e irrumpen por los favores del presidente.


El PBI disminuye en valor absoluto o no responde a las necesidades de los venezolanos en cuanto a la producción del petróleo y sus derivados, el gas, la petroquímica, el hierro y el acero, el aluminio, el oro, la energía hidroeléctrica o sus diferentes alternativas, el café, el azúcar, los granos, la leche, la producción ganadera, las oleaginosas, mientras, la banca y las telecomunicaciones privadas son las .grandes beneficiadas. Hasta hoy, realmente la industrialización del país y el desarrollo agropecuario son soberanos fracasos.


Parte de la izquierda se encuentra empantanada en el chavismo y en la ficción de que el "socialismo" es posible en el marco del Estado de los capitalistas. Los que ven en Chávez capacidad para llevarlo a cabo se han fundido en el PSUV o se mantienen en el PCV. El frente de colaboración de clases y la "liberación nacional" es el norte que los acompaña tratando de demostrar que primero debemos independizarnos del imperialismo uniéndonos en torno a una alianza de burguesías nacionales a través de organismos como el ALBA, CELAC, UNASUR, PETROCARIBE, conformando un mercado capitalista protegido que compita con los otros, sin embargo la producción de los comodities tienen su destino en USA, Europa y ahora también en China. La salida, para resolver las tareas democrático-burguesas pendientes, sólo puede ser resuelta por el proletariado en un gobierno de los trabajadores y el pueblo. La soberanía o liberación nacional tiene salida plena en el marco de los Estados Unidos Socialistas de América Latina. Por tanto, el proceso electoral debe ser usado como tribuna de difusión de un programa, y una organización en pos de esos objetivos.


No puede haber socialismo con conciliación de clases. O los explotados imponen su derecho histórico a romper las cadenas que les impone el Estado planteándose el socialismo o los explotadores mantienen su derecho a seguir explotándolos.


Opción Obrera propone a la izquierda no fundida en las directrices conciliadoras con los dueños del capital la formalización de un Frente de Izquierda y de Trabajadores como herramienta para llegar a su propio gobierno. Promover la abstención o la anulación del voto sólo conduce a un callejón sin salida pues no instruye ni organiza a las masas para liberarse del marco formal de defensa del Estado capitalista.


Construyamos un Frente de Izquierda en función de los siguientes puntos concretos y un plan de lucha:

  1. La fusión de la izquierda y del socialismo con el movimiento obrero por medio de un programa de reivindicaciones transitorias y la emancipación de las organizaciones obreras con el desarrollo de una dirección clasista.

  2. La independencia de la clase obrera como alternativa a los movimientos nacionalistas, y la oposición a los llamados frentes populares o de colaboración de clases. El mundo capitalista se encuentra buscando salidas a la bancarrota del capital. En Venezuela las salidas del reformismo chavista en el gobierno a lo que conducen es al salvamento de la clase social explotadora afectada por los efectos de la crisis que ellos mismos causaron. 

  3. El reconocimiento y la convicción de la necesidad de la dominación política de la clase obrera, la expropiación del gran capital y la progresiva anulación de toda forma de Estado a través de la permanencia de la revolución, que no es otra cosa que plantearse la destrucción del Estado capitalista y burgués imperante. 


Plan de lucha de un programa de reivindicaciones transitorias.

  • Por un aumento general de sueldos y salarios y uno mínimo igual al valor de la cesta básica familiar.

  • Impongamos la escala móvil de salarios para sobrevivir al aumento del costo de la vida.

  • Por el reparto de las horas de trabajo disponibles entre todos los capacitados para laborarlas y así garantizar un empleo productivo al desempleado, reducción del tiempo de la jornada de trabajo sin reducir el salario hasta alcanzar el pleno empleo.

  • Por el derecho a trabajar bajo iguales condiciones de contratación, no al trabajo tercerizado, no a la precarización ni al flexibilidad laboral que imponen los patronos.

  • Por la defensa irrestricta al derecho a huelga.

  • Por la organización autónoma de los trabajadores en los sindicatos y con independencia de los patronos; no a la intervención por parte del CNE ni del Ministerio del Trabajo.

  • Por la defensa del derecho a la protesta y contra su criminalización por parte de instituciones gubernamentales, judiciales o militares.

  • Por la expropiación sin pago de la banca y el gran capital industrial bajo el control directo de sus trabajadores y el pueblo, así mismo, por la suspensión inmediata del pago de la deuda eterna.

  • Por el control por parte de los trabajadores y el pueblo del mercado externo de importaciones y exportaciones.

  • Por el derecho de las comunidades y pueblos originarios a conservar su territorio.

El chavismo de base, honesto y clasista, tiene total cabida en el Frente de Izquierda, asumiendo que la salida con Chávez, el PSUV y el PCV conducen a lo mismo que plantea la derecha, el sostenimiento del Estado de los capitalistas y la negación a cualquier iniciativa propia por el socialismo.

El capitalismo en el mundo se encuentra en crisis, hace aguas por todos lados y su salida es cargar sus costos sobre los explotados. En Venezuela, el desempleo se disfraza detrás de un trabajo tercerizado y flexible, por lo tanto el salario disminuye, el déficit del Estado se cubre a través de la negación de un aumento general de salarios y el no reconociendo a la contratación colectiva, mientras el endeudamiento tanto interno como externo nos hipoteca el futuro. Una respuesta de la clase obrera en nuestro país contribuiría a la fractura de esta estructura de dominación mundial.


Opción Obrera

Abril de 2012

El 1º de Mayo y la depresión capitalista de 1873 - 1895

Prensa Opción Obrera 22 Mayo 2012

El 1º de Mayo y la depresión capitalista de 1873 - 1895

La depresión crónica en todas las ramas decisivas de la industria continúa aquí, en Francia y en Norteamérica”.

Es el 28 de octubre de 1885 y Engels le anuncia a Augusto Bebel, dirigente del Partido Obrero Socialdemócrata de Alemania, el inicio de la llamada Gran Depresión que se prolongaría hasta 1895, y pasó a ser considerada “una divisoria de aguas entre dos estadios del capitalismo: aquel inicial y vigoroso, próspero y lleno de optimismo aventurero, y el posterior, avergonzado, indeciso y, dirían algunos, mostrando ya las marcas de la senilidad y decadencia”(1).

“Revolución obrera” en los Estados Unidos

En 1877, una serie de huelgas generales dirigidas por los ferroviarios conmovieron las principales ciudades de Estados Unidos en respuesta a una rebaja de salarios. El movimiento buscó rápidamente una cabeza política, el Working Men’s Party (WMP). En Chicago, el papel del WMP, dirigido por Albert Parsons -uno de los futuros “mártires de Chicago”- fue decisivo. En un escenario dominado por las “fraternidades” de oficio, escindidas unas de otras -maquinistas, guardas, foguistas- la rebelión alumbró el primer intento de organización colectiva de los trabajadores del riel. Más importante aún, por primera vez hicieron irrupción los obreros no calificados: los explotados de la gran industria, totalmente desorganizados, hicieron causa común con los ferroviarios. Los Knights of Labor (Caballeros del Trabajo) se convirtieron en un movimiento de masas, años más tarde.

La crisis capitalista fue forjando un cambio en la conciencia del movimiento de lucha de la época. En 1874, en los albores de la crisis, los Knights llamaron a “la reducción gradual de las horas de trabajo a ocho horas por día, a fin de gozar… de los beneficios de la adopción de máquinas”. En 1881, la flamante Federación de Sindicatos, que se constituirá en poco tiempo en la Federación Americana del Trabajo (AFL), pidió una ley nacional de ocho horas para los empleados del gobierno, pero en 1884, cuando la crisis se descargó con fuerza, con quiebras y despidos, se produjo un cambio de frente. El IV Congreso de la AFL se pronunció por las ocho horas en los lugares de trabajo a través de la acción directa. La agudización de la crisis, en 1883/85, fue determinante en esta radicalización. El Congreso votó un llamado a las organizaciones obreras para imponer la jornada de ocho horas a partir del 1º de mayo de 1886. El llamado se hizo en noviembre de 1884, un año y medio antes, para permitir una campaña de vastos alcances. Los Caballeros del Trabajo fueron convocados a esta campaña por la AFL, luego de ser protagonistas de la huelga ferroviaria de 1884, que derrotó un nuevo intento de reducción de salarios y otra serie de luchas. “El éxito de la mayoría de estos movimientos originó un verdadero vuelco en masa de los obreros no calificados hacia los Caballeros del Trabajo… Unos 700.000 trabajadores, la mayoría no calificados, se unieron a los Knights…”(2).

¿Por qué los delegados a la convención obrera de Chicago adoptaron el 1º de mayo como punto de partida del régimen de ocho horas o de la suspensión del trabajo allí donde éstos no se sometieran? En ese tiempo existía en Nueva York y otros estados la tradición del “Moving-day”, el día en que formalmente concluían -y debían renovarse- los arrendamientos, alquileres y contratos.

Un movimiento internacional

La Gran Depresión provocó una ruptura en el proletariado inglés. Se produjo una crisis entre el “nuevo” sindicalismo militante y el “viejo sindicalismo” conservador de los artesanos. “La potente revuelta de este sector de trabajadores bajo la dirección de los militantes socialistas y la formación de ‘nuevos’ sindicatos después de 1885 señalan el comienzo de una nueva era en la historia del movimiento obrero”(3). Aún en Francia, donde el proletariado francés sufre aún la derrota de la Comuna (1871), el congreso de la Federación Centro del Partido Obrero plantea (1880), como primer reclamo, la jornada de ocho horas. En 1887, el congreso nacional del Partido Obrero -luego de la masacre de Chicago- fundamenta el reclamo de las ocho horas en la necesidad de un programa frente a la crisis capitalista: “es de la mayor importancia combatir la desocupación ocasionada por las crisis comerciales”.

¡A partir de hoy, no más de ocho horas!

En los días previos al 1º de Mayo de 1886, en Estados Unidos estallaron varias huelgas y un número de empresas no esperó la fecha límite para establecer la jornada de ocho horas. El día esperado hubo no menos de 5.000 huelgas y alrededor de 340.000 huelguistas. Miles y miles de obreros conquistaron una nueva jornada, todavía para una minoría de la clase. En Chicago, el centro de la agitación obrera en esa época, hubo una provocación: una bomba cayó sobre las fuerzas policiales y mató a ocho de los efectivos. Seis dirigentes del movimiento de lucha fueron condenados a la horca -uno de ellos se suicidó antes del calvario- y su actitud frente a la muerte es, hasta el día de hoy, un acto que enaltece a la clase obrera mundial.

Siete años después, el flamante gobernador de Illinois realizó una exhaustiva investigación que probó que el veredicto había sido dictado “cumpliendo órdenes”. Uno de los jurados del tribunal lo había adelantado: “los colgaremos lo mismo. Son hombres demasiado sacrificados, demasiado inteligentes y demasiado peligrosos para nuestros privilegios”(4).

Para Paul Lafargue, los Estados Unidos fueron, “por su inmensa huelga por la jornada de ocho horas”, los que inauguraron “la serie de las manifestaciones del 1º de Mayo”. El Congreso Socialista Internacional de 1889, reconocido como de los “marxistas” enfrentados a los “posibilistas”, llamó a marchar el 1º de Mayo de 1890, apoyándose en una decisión similar tomada por la AFL en su congreso de 1888.

Christian Rath

(1) Dobb, Maurice: “La evolución del capitalismo”, Río de Janeiro, Zahar, 1976.
(2) Guérin, Daniel: “Estados Unidos 1880-1950″, Centro Editor de América Latina, 1972.
(3) Morton y Tate: “Historia del movimiento obrero inglés”, Fundamentos, 1971.
(4) Dommanget, Maurice: “Historia del Primero de Mayo”, Americalee, 1956.